¿Es posible aprender inglés o cualquier otro idioma en la tercera edad? ¿Las personas mayores están preparadas para estar en contacto con otra lengua y aprenderla? ¡Por supuesto que sí!
Aunque pueda sorprender a muchos, aprender un segundo idioma a partir de los 70 años aporta grandes beneficios. En los casos en que la persona está bien cogntivamente, hacer el esfuerzo de escuchar, leer o hablar en otro idioma es muy positivo. Puede, incluso, retrasar el deterioro cognitivo en la vejez. Por tanto, no solo se trata de una afición o de una forma de pasar el tiempo, sino de una actividad altamente recomendable en las personas mayores para mejorar su calidad de vida durante esta etapa vital. Todo es posible con un poco de motivación y esfuerzo. De este modo, la tercera edad se puede convertir en un gran momento para fijarse objetivos, como el de aprender idiomas nuevos.
Las personas mayores cuentan con una serie de factores que hacen que aprender un nuevo idioma pueda ser realmente fácil. Su sistema cognitivo está mucho más desarrollado, lo que les permite saber con exactitud la técnica de aprendizaje que mejor les conviene. Además, la mayoría de ellos cuentan con un plus de motivación. Los mayores aprenden porque realmente quieren, no porque se ven obligados o lo necesitan para desarrollar otras facetas de su vida.
Ventajas de aprender inglés para personas de la tercera edad:
- Fomenta la agilidad mental. Aprender un idioma que no guarda ninguna relación con nuestra lengua materna, como es el caso del inglés, requiere de un esfuerzo nuestro para asociar conceptos, por lo que nos mantendrá intelectualmente muy activos.
- Trabaja la memoria. El aprendizaje de una lengua nueva activa la memoria, ya que implica la memorización de palabras, conceptos, estructuras y sonidos. Así pues, aprender un nuevo idioma se puede convertir en una actividad muy conveniente en la etapa posterior a la jubilación, donde ha cesado la actividad profesional.
- Ayuda a retrasar el deterioro cognitivo. Aprender un idioma es la mejor gimnasia cerebral que una persona, sobre todo de una edad avanzada, puede tener. El contacto con una nueva lengua y su aprendizaje nos permitirá generar nuevas conexiones neuronales y esto podría ayudar a retrasar la aparición de cualquier deterioro cognitivo futuro o enfermedad asociada como el Alzheimer. El profesor de la universidad de Kentucky Brian Gold, especialista en neurociencia cognitiva en la vejez, realizó un estudio hace unos años sobre la relación entre bilingüismo y Alzheimer. El estudio, pone de manifiesto que «ser bilingüe actúa como una fuente de reserva neural capaz de proteger las redes frontoestriadas y frontoparietales del cerebro».
- Contribuye a mejorar la autoestima. Comunicarse en otro idioma supone un gran paso para cualquier persona, tenga la edad que tenga. Comprender pequeñas frases, entender las palabras de una canción, un cartel en la calle, o una frase de una película nos ayudará a sentirnos más seguros y contentos con nosotros mismos. Porque para aprender nunca es tarde.
- Mejora las relaciones sociales: Aprender un nuevo idioma muchas veces implica apuntarse a un curso presencial que conlleve asistir a clase durante una serie de horas con un profesor y con más compañeros y compañeras. Compartir las sesiones con más personas de la misma condición favorece las relaciones sociales y abre camino para conocer nuevas amistades con las que compartir intereses y hobbies, además de practicar con ellos el nuevo idioma.
- Viajar con más libertad. Hay muchas personas que han soñado toda su vida con hacer un viaje a un lugar donde no se habla su idioma materno y, aunque siempre se pueden contratar los servicios de una agencia que nos guíe, aprender la lengua más universal, el inglés, nos proporcionará más libertad a la hora de elegir nuestros destinos y nos hará sentir mucho más seguros.
Si la persona tiene una situación cognitiva buena, no existe ninguna razón por la que no podamos aprender un nuevo idioma en una edad avanzada.