¿Qué es la estimulación cognitiva?

Las cifras que nos ofrece la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre los años 2015 y 2050 la proporción de personas mayores de 60 años se duplicará, pasando de un 12% a un 22%. Se estima que en 2050 la población mundial con edad igual o superior a los 60 años llegue a los 2000 millones. Este aumento en la esperanza de vida incrementa la incidencia y prevalencia de enfermedades neurodegenerativas, siendo la demencia la más frecuente y la que más impacto causa en la calidad de vida. 

Teniendo en cuenta estos datos, es de suma importancia abordar la prevención y tratamiento de estas patologías, que afectan tanto a nivel cognitivo, como emocional y social. Existen abordajes no farmacológicos como la estimulación cognitiva que, según el NICE, incluiría la realización de diferentes terapias que implican exposición y participación en actividades y materiales que requieren algún tipo de procesamiento cognitivo general (atención, memoria, lenguaje, funciones ejecutivas…). Este tipo de actividades y materiales están destinadas a mantener las funciones cognitivas preservadas y ralentizar el declive neuropsicológico de las funciones que se encuentran afectadas en el envejecimiento normal o patológico. Éstas se pueden realizar tanto en grupo como individualmente, con un contexto social.

Trabajar la estimulación cognitiva para adultos mayores

Es por esto que, tanto en el envejecimiento ‘normal’, sin patología cognitiva, como en el envejecimiento que cursa con deterioro cognitivo o demencia, es de suma importancia mantener el cerebro activo y realizar actividades destinadas a ejercitar todas las funciones cognitivas.

Pero es importante tener en cuenta que la estimulación cognitiva que se realiza no puede ser la misma para todas las personas, pues no todo el mundo tiene afectadas o preservadas  las mismas capacidades. De ahí la importancia de realizar una buena valoración de las áreas cognitivas mediante pruebas avaladas científicamente, y después establecer los ejercicios adaptados al nivel cognitivo, nivel educativo y motivaciones de cada persona.

Ejercicios para trabajar las funciones cognitivas en la tercera edad 

Existen diferentes maneras de llevar a cabo estimulación cognitiva para adultos mayores.  Una de las más conocidas es la que va asociada a tareas de lápiz – papel, en las que, mediante ejercicios escritos se estimulan las diferentes funciones cognitivas: atención, memoria, lenguaje, funciones ejecutivas, entre otras. Pero no es la única manera de estimular estas capacidades, también se puede hacer de manera oral, a través de la conversación, de juegos o de actividades que realizamos en el día a día. 

A continuación veremos algunos ejemplos de todas estas actividades, en función de la capacidad cognitiva que se quiera trabajar:

• Orientación temporoespacial: Se puede orientar a la persona utilizando diferentes materiales, como calendarios, alarmas, el periódico…buscaremos que estén orientados en tiempo y espacio.
• Atención: Buscaremos mantener la atención a través del rastreo visual, búsqueda y señalización. Por ejemplo, se presenta una serie de letras y números y se pide que se busque y se señale solo el que nosotros indiquemos. También podríamos trabajar la atención señalando figuras iguales o, por el contrario, las diferencias entre dos imágenes.
• Memoria: Podremos estimular diferentes tipos de memoria. Lo más común es trabajar con memoria operativa y memoria a corto plazo. Para estimular la memoria operativa, podremos hacer juegos en los que haya que ordenar palabras en orden alfabético, ordenar números de mayor a menos o viceversa… Para la memoria a corto plazo, habrá que motivar a la persona a que intente memorizar dibujos o listas de palabras, y luego, pasado un breve tiempo, las pueda recordar.
• Lenguaje: Se puede trabajar mediante evocación, denominación… por ejemplo pediremos que nos digan palabras que empiezan por una letra específica (conciencia fonológica) o que sean de una determinada categoría (conciencia semántica), o que den definiciones de diferentes cosas, sinónimos, antónimos…
• Funciones ejecutivas: Las funciones ejecutivas incluyen la planificación, organización, toma de decisiones o resolución de problemas. Para ejercitarlas, existen diferentes opciones como puede ser la secuenciación de actividades de la vida diaria (p.e. vestirse), ordenar series, laberintos, clasificar objetos según sus características, elaborar juicio crítico…

En internet podemos encontrar ejemplos para llevar a cabo estas actividades en webs como Neuronup, Ecognitiva o Madrid Salud.

Como hemos comentado, es imprescindible no solo trabajar sobre las capacidades afectadas, sino también sobre las preservadas, de cara a ralentizar el avance del deterioro en esas áreas, por lo que es interesante establecer un programa en el que cada día podamos ir estimulando una u otra función cognitiva.